Cómo mejorar la reputación y entregabilidad de tus campañas de email marketing
Publicado el 25 de Junio de 2025 por Proredes
En el mundo del mailing corporativo, enviar correos masivos no se trata solo de redactar un mensaje atractivo, sino de asegurarse de que llegue a la bandeja de entrada de los destinatarios. Los filtros antispam y las políticas de ciberseguridad de los proveedores de correo son cada vez más estrictos, por lo que es fundamental seguir buenas prácticas para mantener una sólida reputación de remitente y una alta entregabilidad de tus correos. En este artículo, orientado a gerentes de empresas medianas, exploramos consejos profesionales para mejorar el éxito de tus campañas de email marketing. Veremos cómo usar el correo adecuado, crear contenido amigable con filtros, construir listas de calidad, monitorear métricas clave y considerar soluciones avanzadas como IP dedicadas. ¡Comencemos!
Usa un correo autorizado y profesional para tus envíos
Uno de los primeros pasos para proteger la reputación de tu dominio es utilizar una dirección de correo electrónico autorizada exclusivamente para campañas de marketing. En lugar de enviar correos promocionales desde cuentas de uso cotidiano como ventas@proredes.net, lo ideal es utilizar un subdominio u otro dominio dedicado, como promociones.proredes.net o promocionesproredes.net, y enviar desde direcciones específicas como no-reply@news.proredes.net o novedades@news.proredes.net
¿Por qué esto es importante?
Los servidores de correo de los destinatarios analizan si el remitente pertenece a un dominio legítimo y si sus registros DNS (SPF, DKIM, DMARC) están correctamente configurados. Al aislar tus campañas de marketing en un subdominio:
- Proteges la reputación del dominio principal (
proredes.net
), que usas para correos corporativos o transaccionales. - Evitas que un problema en una campaña (como un alto porcentaje de rebotes o marcaciones como spam) afecte la entrega de correos críticos.
- Mantienes una identidad clara, fortaleciendo la confianza en la marca y la organización de tus comunicaciones.
Ejemplo: Si PROREDES realiza envíos masivos con novedades o promociones, usar novedades@news.proredes.net
es una práctica profesional que protege tanto la entrega como la imagen de la empresa.
Ten en cuenta que esa dirección de remitente debe existir y poder recibir respuestas (aunque sea un “no-reply”) y estar bajo tu control. En otras palabras, no uses una dirección ficticia o un dominio gratuito (como Gmail) para envíos corporativos. Los proveedores como Outlook enfatizan que el remitente auténtico y del propio dominio mejora la confianza y evita que tus mensajes sean marcados como spam. Además, configura los registros de autenticación SPF y DKIM para tu dominio (tu servicio de emailing te guiará en esto), de modo que los servidores destinatarios confirmen que tu plataforma de envío está autorizada por tu dominio. Esta combinación de un remitente corporativo válido y autenticado técnicamente es la base para una buena entregabilidad.
Cuida el contenido de tus correos (texto, imágenes y palabras spam)
El contenido del correo electrónico juega un papel crucial en pasar los filtros antispam. ¿Qué debes considerar? Principalmente dos cosas: el equilibrio entre texto e imágenes y el uso de lenguaje apropiado evitando palabras o estilos que puedan ser marcados como spam.
No uses solo imágenes
Enviar correos que son una sola imagen grande (con texto dentro de la imagen) es una mala práctica. Los filtros de spam no “leen” texto dentro de imágenes, así que si tu email es pura imagen sin texto seleccionable, los filtros pueden sospechar. De hecho, los filtros antispam tienden a considerar sospechosos los emails con más imágenes que texto.
Procura un balance cercano a 50/50 entre texto e imágenes en el diseño de tu correo. Incluye texto real para los mensajes clave y usa las imágenes como complemento visual. Por ejemplo, si envías una promoción, no pongas toda la oferta solo en un flyer JPG; en su lugar, escribe parte del mensaje y el llamado a la acción en texto, acompañado de la imagen de apoyo.
Esto no solo ayuda a los filtros, sino también a los lectores que quizá tengan bloqueadas las imágenes por defecto.
Evita palabras “spam” en asunto y cuerpo
Ciertas palabras o frases en español suelen desencadenar alertas de spam porque se asocian con correos no deseados. Por ejemplo, términos como “¡Gana dinero rápido!”, “gratis”, “oferta exclusiva”, “urgente”, “última oportunidad” y similares pueden afectar tu entregabilidad.
Un asunto escrito en MAYÚSCULAS o con muchos signos de exclamación también levanta sospechas. Esto no significa que nunca puedas usarlos, pero úsalos con moderación y contexto. En lugar de “¡GRATIS 50% DTO AHORA!” podrías decir “Ahorra 50% en tu próxima compra, por tiempo limitado”. El tono cambia de un posible spam a una promoción más legítima. Sé honesto y claro en el asunto y el contenido, evitando promesas exageradas o lenguaje demasiado bueno para ser verdad.
Incluye texto “alt” en imágenes y evita contenido oculto
Cada imagen en tu correo debería llevar un texto alternativo (atributo ALT) descriptivo. Esto no solo es bueno para accesibilidad, sino que también los filtros lo valoran, ya que indica transparencia en el contenido. Por otro lado, nunca intentes “esconder” texto usando el mismo color de fondo (una vieja táctica spam); los filtros son lo suficientemente inteligentes para detectarlo.
En resumen, un correo bien formateado podría tener un breve párrafo introductorio, uno o dos gráficos o fotos optimizadas (peso ligero, formato PNG/JPG), y texto adicional explicativo o con la oferta. Revisa la relación texto-imagen antes de enviar. Recuerda: los spammers históricamente abusaron de emails solo con imágenes para eludir las comprobaciones de texto, lo cual llevó a los proveedores de correo a ser muy cautelosos con mensajes que contienen únicamente imágenes.
Hoy en día, aunque los filtros son más sofisticados, una proporción excesiva de imágenes aún puede contribuir a que tu mensaje termine en la carpeta de spam.
¡Mejor prevenir con un contenido equilibrado!
Herramientas útiles
Antes de enviar una campaña a miles de personas, es recomendable probar el correo con herramientas de análisis de spam. Por ejemplo Mail Testeres una herramienta gratuita donde envías tu email de prueba y obtienes una puntuación sobre 10 junto con un reporte de qué podría estar mal.
Mail Tester te indicará si detecta palabras sospechosas en tu texto, si la proporción de imagen/texto es adecuada, si tus enlaces apuntan a dominios seguros, e incluso si tu configuración SPF/DKIM está correcta.
Otra herramienta o concepto similar es el Spam Checker (algunos servicios de emailing lo integran) que revisa tu mensaje en busca de triggers de spam comunes. Usar estas herramientas antes de cada envío masivo te ayuda a corregir problemas (por ejemplo, añadir un texto alternativo que olvidaste, o eliminar esa palabra “gratis” en el asunto) para aumentar la probabilidad de que el correo pase los filtros con buena nota. Como referencia, una puntuación de spam por encima de 8/10 en Mail Tester indica que tu correo tiene alta probabilidad de ser entregado exitosamente.
Dedicar unos minutos a esta verificación puede marcar la diferencia entre un correo leído por tu público o perdido en la carpeta de correo no deseado.
Construye tu lista con suscriptores voluntarios (¡no compres bases de datos!
¡Comprar una base de datos suena muy tentador!
Sin embargo, en email marketing, la calidad de tu lista de destinatarios es más importante que la cantidad. Siempre debes fomentar que sean los propios usuarios quienes se suscriban voluntariamente a tus comunicaciones, en lugar de recurrir a bases de datos compradas o recopiladas sin permiso. Enviar correos a personas que no te dieron su consentimiento es pan para hoy y hambre para mañana: puede que alcances a más gente inicialmente, pero tu reputación de remitente se verá afectada gravemente por altas tasas de rebote y quejas de spam.
Nunca caigas en la tentación de comprar listas de correos. ¿Por qué no? Como explica MailerLite, en el mejor de los casos una lista comprada estará llena de personas que no solicitaron tus noticias y que no interactuarán con tus correos (baja apertura, cero clics). En el peor de los casos, esa lista podría contener direcciones falsas, bots o incluso spam traps (cuentas trampa creadas por proveedores para detectar spam), lo que podría destruir la reputación de envío de tu dominio.
Por el contrario, construye tu lista de manera orgánica: mediante formularios de suscripción en tu sitio web, invitando a clientes a inscribirse a tu newsletter, ofreciendo contenido de valor a cambio del registro (e-book, descuentos, etc.) y siempre confirmando el opt-in. Utiliza al menos un checkbox de aceptación de políticas de privacidad y, preferiblemente, implementa doble opt-in (el usuario confirma su suscripción haciendo clic en un email de verificación). Esto asegurará que los correos en tu lista pertenecen realmente a personas interesadas y activas, y reduce la posibilidad de tener contactos inválidos o poco comprometidos.
Ejemplo: En lugar de comprar una base de 10.000 correos genéricos, puede ser más efectivo tener 1.000 suscriptores obtenidos desde tu página o redes sociales, que conocen tu marca. Estos 1.000 probablemente abrirán y leerán más tus mensajes, lo que enviará buenas señales a Gmail, Outlook y otros proveedores.
Importante: Además de las repercusiones en entregabilidad, están las legales. Las leyes anti-spam y de privacidad (como la CAN-SPAM en EE.UU., la GDPR en Europa o la Ley de Datos Personales en varios países) exigen contar con consentimiento para comunicaciones comerciales masivas y obligan a incluir un mecanismo claro de desuscripción en cada email.
Incumplir estas normativas puede acarrear multas. Por ejemplo, en México la ley prohíbe contactar por email a personas sin autorización previa. Así que, por cumplimiento legal y por efectividad de marketing, mejor crecimiento orgánico de tu lista que atajos riesgosos.
Monitorea constantemente las métricas y la interacción del usuario
No puedes mejorar lo que no mides. En cada campaña de correo empresarial es vital hacer seguimiento de indicadores clave de desempeño e interacción, para así ajustar tu estrategia y mantener una buena entregabilidad. Las métricas principales a observar incluyen:
- Tasa de apertura (open rate): porcentaje de destinatarios que abrieron el correo. Una buena tasa de apertura promedio suele estar entre un 20% y 30%, dependiendo de la industria. Si logras 50% o más es extraordinario, mientras que menos de 15% debería encender alertas. Una apertura baja puede indicar que el asunto no fue atractivo, o peor, que muchos correos están yendo a spam o a promociones donde pasan desapercibidos.
- Tasa de clics (click-through rate): porcentaje de destinatarios que hicieron clic en algún enlace dentro del correo. Indica nivel de interés en tu contenido. Un CTR bajo con una apertura alta podría significar que el contenido no era relevante o el llamado a la acción no era claro.
- Número de bajas (unsubscribes): cuántas personas se han dado de baja de tu lista tras cada envío. Un goteo normal de bajas es esperable en cualquier campaña; gente que quizás ya no está interesada. Pero un pico de cancelaciones tras una campaña sugiere que algo en tu envío molestó o no cumplió expectativas (por ejemplo, asunto engañoso, envías con demasiada frecuencia, o contenido irrelevante para lo que se suscribieron). Facilita siempre el enlace de “darse de baja” y obsérvalo: es preferible gente que se salga voluntariamente a que marquen tu correo como spam por frustración.
- Rebotes (bounces): correos que no llegaron porque la dirección es inválida o el buzón está lleno. Mantén tu lista limpia: elimina o intenta reconfirmar aquellos contactos que rebotan constantemente. Muchos rebotes dañan tu reputación de remitente, ya que los ISP te ven como alguien que no mantiene higiene de lista.
- Quejas de spam: algunas plataformas (como Brevo, anteriormente Sendinblue) te informan cuántos destinatarios marcaron tu correo como spam. Esta es quizás la métrica más crítica a minimizar. Gmail, por ejemplo, espera que menos del 0,3% de tus destinatarios reporten tus correos como spam; si superas ese umbral, empezará a filtrar y hasta bloquear tus envíos. Si notas quejas, debes depurar tu lista (quitar a quienes no interactúan hace mucho) y revisar el contenido y frecuencia de tus correos.
Utiliza las herramientas de reporte de tu plataforma de email marketing (ya sea Brevo, Mailchimp, MailerLite u otra) para analizar estos datos después de cada campaña. Por ejemplo, Brevo proporciona un panel con aperturas, clics, rebotes y bajas; tómate el tiempo de revisar ahí qué tan efectiva fue la campaña. Si ves que la tasa de apertura está bajando envío tras envío, podría ser momento de segmentar mejor (enviar contenido más específico solo a quienes realmente les interesa cierto tema) o de eliminar a los “dormidos” (suscriptores que no abren nada hace 6 meses o más). De hecho, mantener tu lista depurada de contactos inactivos mejora tus métricas de engagement y puede evitar que los proveedores te sancionen; Gmail y Outlook observan si mucha gente no interactúa con tus correos, y si detectan baja interacción generalizada, pueden empezar a mandarlos a spam por defecto. ¡No esperes a que eso pase!
Ejemplo práctico: Supongamos que en tu último envío a 5.000 contactos obtienes un 10% de apertura y notas que el 30% de tus destinatarios ni siquiera han abierto tus últimos 10 boletines. Es preferible pausar el envío a ese 30% inactivo en la siguiente campaña. Quizá enviarles un último correo de reconfirmación de suscripción o simplemente dejarlos de contactar. Al hacerlo, tus siguientes campañas solo irán a gente más interesada, elevando la tasa de apertura (tal vez a 20-25%). Esto le indica a Gmail/Outlook “oye, esta empresa envía correos que sí se leen”, lo cual beneficia tu reputación de remitente. Recuerda: engagement es sinónimo de entregabilidad.
En resumen, adopta una filosofía de mejora continua: prueba A/B asuntos diferentes para ver qué consigue más aperturas, experimenta con distintos horarios de envío, monitorea qué contenido genera más clics, y ajusta. El email marketing eficaz no es “disparar y olvidar”, sino enviar, medir y optimizar.
Alternativa avanzada: usar una IP fija (dedicada) para tus envíos masivos
Si tu empresa maneja volúmenes muy altos de correos o buscas un mayor control técnico, una estrategia a considerar es la contratación de una IP dedicada para el envío de tus emails de marketing. Normalmente, cuando utilizas servicios como Brevo, Mailchimp u otros, tus correos salen por servidores compartidos con los de otros clientes (IPs compartidas). Eso significa que la “reputación” de esa IP de envío es influenciada por las prácticas de muchos remitentes, no solo las tuyas. La mayoría de las veces esto no es un problema si la plataforma gestiona bien sus IPs, pero podría serlo si compartes IP con remitentes de dudosa calidad (por ejemplo, que envían spam).
¿Qué es una IP dedicada? Es una dirección IP exclusiva para tus envíos de correo. Nadie más envía desde ella, solo tú. Por tanto, su reputación ante Gmail, Outlook, Yahoo, etc., dependerá únicamente de tus prácticas de envío.
Los beneficios de usar una IP propia incluyen:
- Mejora potencial de la entregabilidad: Al no “heredar” fama de otros, partes de una reputación limpia. Si mantienes buenas prácticas, poco a poco esa IP ganará confianza con los proveedores y tus correos tendrán más posibilidades de llegar a inbox (asumiendo buen contenido y destinatarios opt-in). Es menos probable que una IP dedicada esté en listas negras de spam al inicio, comparado con una IP compartida de la cual no conoces el historial.
- Control total de la reputación: Puedes monitorear tu IP en herramientas de reputación y listas negras, y tomar acciones si algo va mal (por ejemplo, si por error enviaste a muchos correos inválidos y tuviste muchos rebotes, sabrás que esa “mancha” es solo tuya y puedes corregirla). En IP compartida, si otro usuario causa problemas, podrías verte afectado sin saberlo.
- Estabilidad en la identidad de envío: Algunas plataformas rotan las IPs compartidas constantemente para distribuir la carga. Con IP fija, tus correos siempre salen del mismo origen, lo cual puede ayudar a que los filtros te identifiquen consistentemente. (Imagina cambiar de número de teléfono a cada rato al llamar a alguien; podría generar desconfianza. Con IP pasa algo similar: mejor una constante que sea confiable.)
Ahora bien, no todo son ventajas automáticas; hay consideraciones importantes:
- Costo: Una IP dedicada suele tener un costo adicional. En Brevo, por ejemplo, cuesta alrededor de $250 USD al año (aprox. 228€) por este complemento. En moneda local, estamos hablando de del orden de 250.000 pesos chilenos al año por una IP empresarial fija. Es una inversión que hay que justificar: si tus volúmenes de envío son medianos (digamos 10.000 correos/mes) quizás una IP dedicada no sea imprescindible; pero si envías cientos de miles de correos al mes, podría valer la pena.
- Esfuerzo de mantenimiento (“warm-up”): Una IP nueva no tiene reputación alguna; debes construirla. El proceso de calentamiento de IP consiste en empezar a enviar con la IP dedicada gradualmente, no de golpe. Por ejemplo, el día 1 envías solo a tus 500 suscriptores más activos, día 2 a 1000, y así vas aumentando durante semanas hasta usar la IP para toda tu base. Esto permite que los proveedores vean tráfico constante y positivo desde esa IP, en vez de una explosión repentina (lo cual sospecharían que es spam). Requiere planificación y paciencia. Nota: Las IP dedicadas necesitan ser usadas regularmente; si envías muy pocos correos, la IP “se enfría” y esa falta de historial también puede ser contraproducente. Por eso, suelen recomendar IP dedicada solo si envías cierto volumen mínimo constante.
- Responsabilidad total: Así como la IP dedicada te da control total, también significa que cualquier problema de entregabilidad será por tu hacer. Debes seguir aún más al pie de la letra las buenas prácticas: mantener bajos los rebotes, reducir quejas, enviar solo a opt-in, etc. De lo contrario, tu IP dedicada puede acabar en spam igual o peor que una compartida. Dicho de otra manera, no existe bala de plata; una IP propia no te garantiza inbox si no cuidas los demás factores.
En resumen, usar una IP fija es una solución avanzada para mejorar reputación de envío, especialmente útil para quienes toman muy en serio el email marketing y manejan grandes volúmenes. Para un gerente de una empresa mediana, esto podría entrar en consideración si ya notaron problemas de entregabilidad usando IPs compartidas, o si planean escalar fuertemente el canal correo. Siempre es recomendable consultarlo con tu proveedor de servicio de emailing: por ejemplo, el equipo de Brevo puede orientarte si en tu caso vale la pena invertir en una IP dedicada y cómo configurarla. Si decides usarla, asegúrate de configurarla correctamente en tu dominio y de aplicar el warm-up. Cuando se hace bien, la IP dedicada te permite “jugar en las grandes ligas” del emailing con una reputación controlada por ti mismo.
Brevo y otros servicios de emailing de renombre suelen cuidar sus IPs compartidas, pero nunca está de más conocer estas diferencias. Siempre sigue las recomendaciones oficiales de la plataforma que uses.
Conclusión
Una campaña de email marketing exitosa no solo depende del mensaje o la oferta, sino de que dicho mensaje llegue efectivamente al destinatario y le genere confianza al abrirlo. Por eso, la entregabilidad y la reputación de envío son pilares fundamentales de cualquier estrategia de correo empresarial moderna. Como gerente de una empresa mediana, aplicar estas mejores prácticas te ayudará a proteger la imagen digital de tu marca y a obtener un mejor ROI de tus esfuerzos de mailing.
Resumiendo los puntos clave: utiliza siempre un remitente de correo profesional y autenticado de tu propio dominio; crea contenidos de email amigables para los filtros (con texto legible, sin spam words ni excesos); construye tu base de datos con amor (gente que quiere estar ahí) en lugar de atajos peligrosos; monitorea cómo reaccionan tus suscriptores y depura/segmenta según su interacción; y, si tu volumen lo amerita, considera herramientas avanzadas como una IP dedicada para tener el control total de tu reputación. Todo esto, complementado con herramientas como Mail Tester o los análisis de plataformas tipo Brevo, te dará ventaja para mantenerte fuera de la temida carpeta de spam.
En un entorno donde la ciberseguridad y la lucha contra el spam son cada vez más rigurosas, demostrar a Gmail, Outlook y compañía que tus correos son deseados y confiables es la única vía para asegurarte la entrega. La recompensa vale el esfuerzo: más correos aterrizando en bandeja de entrada significa más ojos leyendo tu mensaje, más clics de potenciales clientes y, en última instancia, más oportunidades de negocio. Así que pon en práctica estos consejos y verás cómo tus campañas de email marketing empiezan a volar alto.
¡Ahora es tu turno! Cuida tu reputación como remitente, aplica estas buenas prácticas de mail marketing, y disfruta de ver tus correos brillar en la bandeja de entrada de tus suscriptores. 🚀✉️
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