Fin del soporte de Windows 10: la urgencia de migrar a Windows 11 por seguridad y continuidad
Publicado el 17 de Junio de 2025 por Proredes
La cuenta regresiva está en marcha para Windows 10: el 14 de octubre de 2025 Microsoft dejará de brindar actualizaciones de seguridad y soporte para este sistema operativo. Esto significa que millones de dispositivos se quedarán sin parches ni protección oficial, exponiéndolos a riesgos cada vez mayores si no migran a una versión más nueva.
En este artículo explicamos qué implica el fin de soporte de Windows 10, los peligros de quedarse en sistemas obsoletos, los beneficios de migrar a Windows 11 y cómo planificar esa transición. Finalmente, te invitamos a tomar acción y te contamos cómo Proredes puede acompañarte con soluciones integrales, soporte especializado y asesoría personalizada en este proceso crítico de ciberseguridad.
¿Qué implica el fin del soporte de Windows 10?
Cuando Windows 10 llegue a su fin de soporte en octubre de 2025, los PC con este sistema seguirán funcionando, pero ya no recibirán correcciones de errores, nuevas características ni parches de seguridad. En otras palabras, no habrá más actualizaciones oficiales a través de Windows Update después de esa fecha. El sistema no se apagará de repente, pero puede quedar expuesto: la falta de soporte de Microsoft significa la desaparición de las actualizaciones periódicas de seguridad, lo que expondrá a los usuarios a vulnerabilidades, virus y malware que ya no serán atendidos por la compañía.
Además, con el tiempo Windows 10 se volverá cada vez más incompatible con nuevas aplicaciones y controladores, quedando obsoleto y menos eficiente. Microsoft ya ha advertido: “recomendamos actualizar a una versión de Windows que aún recibe soporte para garantizar un entorno más seguro”. En resumen, tras octubre de 2025 cualquier equipo que siga con Windows 10 estará operando bajo su propio riesgo, sin las redes de seguridad habituales.
Vulnerabilidades y ciberataques: el riesgo de sistemas desactualizados
Operar con sistemas operativos sin soporte no es solo un problema teórico – es un riesgo de seguridad muy real. Los ciberdelincuentes suelen aprovechar cualquier brecha conocida: cuando un sistema deja de recibir parches, sus vulnerabilidades se convierten en puertas abiertas. De hecho, los análisis muestran que los ataques informáticos están en auge: los intentos de ataque a nivel global se duplicaron con creces solo en 2023, aumentando un 104% con respecto al año anterior. En los últimos 12 meses, un 83% de las organizaciones a nivel mundial sufrió algún tipo de incidente de seguridad (malware, phishing, brechas de datos), lo que demuestra que ninguna empresa es inmune.En este escenario, quedarse con un sistema sin actualizar es como permanecer con las puertas abiertas en medio de una tormenta.
Los sistemas obsoletos son objetivos fáciles para los atacantes. Un estudio reciente reveló que las versiones antiguas de Windows (por ejemplo, Windows Server 2012 o anteriores) tienen 77% más probabilidades de experimentar intentos de ataque en comparación con versiones más nuevas y parcheadas. Esto evidencia que los delincuentes apuntan deliberadamente a equipos desactualizados, sabiendo que allí sus exploits funcionarán sin encontrar resistencia. Asimismo, la falta de parches eleva drásticamente la probabilidad de sufrir infecciones graves: empresas con un pobre historial de actualización (parches tardíos o ausentes) resultaron 7 veces más propensas a sufrir un ataque de ransomware que aquellas que mantienen sus sistemas al día.
En pocas palabras, postergar las actualizaciones de seguridad equivale a multiplicar las posibilidades de un ciberataque exitoso. Ninguna empresa quiere afrontar las consecuencias de una intrusión – desde pérdidas de datos y tiempo de inactividad, hasta sanciones por incumplir normativas de protección de datos. Mantener los sistemas actualizados y soportados es crítico para minimizar estas amenazas.
Windows 11: seguridad reforzada, mayor rendimiento y soporte futuro
Migrar a Windows 11 no solo elimina las preocupaciones de soporte, sino que trae consigo claras mejoras en seguridad, rendimiento y modernización tecnológica:
- Seguridad mejorada: Windows 11 fue diseñado con un énfasis en la seguridad. Incorpora protecciones avanzadas como aislamiento basado en hardware, cifrado y prevención de malware, proporcionando defensas más fuertes contra amenazas actuales. Además, aprovecha hardware moderno (por ejemplo, requisitos como TPM 2.0, arranque seguro, virtualización de seguridad) para implementar un modelo de seguridad de confianza cero desde el inicio. Estas capas adicionales dificultan enormemente la labor de los atacantes y protegen la integridad del sistema.
- Rendimiento y productividad optimizados: Con Windows 11 se obtienen tiempos de arranque más rápidos y mejor gestión de memoria, lo que se traduce en un sistema más ágil en el día a día. También incluye mejoras de productividad como los nuevos diseños de ventana Snap Layouts, escritorios virtuales y una integración más fluida con herramientas de colaboración (Teams). Estas características permiten multitarea eficiente y un flujo de trabajo más ordenado, incrementando la productividad de los usuarios. También incluye mejoras de productividad como los nuevos diseños de ventana Snap Layouts, escritorios virtuales y una integración más fluida con herramientas de colaboración (Teams). Estas características permiten multitarea eficiente y un flujo de trabajo más ordenado, incrementando la productividad de los usuarios.
- Experiencia de usuario moderna: La interfaz de Windows 11 es renovada, limpia e intuitiva, reduciendo la curva de aprendizaje. Ofrece un entorno familiar pero actualizado, con detalles como un menú Inicio reorganizado y widgets informativos, que facilitan la adaptación del equipo de trabajo a la nueva plataforma. Al contar con herramientas integradas y un diseño centrado en la usabilidad, los empleados pueden aprovechar mejor las funciones del sistema sin fricciones, mejorando su satisfacción y desempeño. Por ejemplo, Windows 11 está listo para aprovechar equipos con componentes de IA (unidades de procesamiento neuronal, etc.) y soportará nuevas versiones de software corporativo que ya requieren un entorno actualizado. En otras palabras, migrar ahora posiciona mejor a tu organización para los avances tecnológicos venideros, evitando quedarse rezagado. Además, contar con un sistema soportado asegura que seguirás recibiendo actualizaciones de seguridad y funcionales en los años próximos, prolongando la vida útil de tu inversión tecnológica.
En suma, Windows 11 ofrece un entorno más seguro, rápido y moderno, alineado con las exigencias actuales de TI. Migrar a tiempo no es solo prevenir problemas, sino también aprovechar estas mejoras en beneficio de la empresa.
Recomendaciones prácticas para planificar la migración a Windows 11
El paso de Windows 10 a Windows 11 debe abordarse como un proyecto planificado para minimizar impactos. A continuación, presentamos pasos y consejos para una migración exitosa en grandes empresas y pymes:
- Evaluar compatibilidad de hardware y software: Antes de migrar, realiza un inventario de tu parque informático. Identifica qué equipos cumplen con los requisitos de Windows 11 y cuáles no. Muchos PCs antiguos podrían no soportar Windows 11 (por ejemplo, por faltarle TPM 2.0 o CPU compatibles). Es vital detectar con anticipación los dispositivos que necesitan actualización o reemplazo. Asimismo, revisa la compatibilidad de las aplicaciones críticas de tu negocio con Windows 11. Esto te permitirá planificar soluciones (actualización de aplicaciones, parches o reemplazos) antes de la transición.
- Planificar tiempos y presupuesto de la migración: No dejes este proyecto para el último momento. Define un cronograma que contemple finalizar la migración antes de octubre de 2025. Considera fases de despliegue (por ejemplo, migrar área por área o sede por sede) y evita hacerlo todo de golpe a última hora. También es importante presupuestar adecuadamente: contempla los costos de licencias de Windows 11, posibles compras de hardware nuevo y recursos de implementación. Ten en cuenta que si decidieras prolongar Windows 10 más allá de 2025, Microsoft planea cobrar por actualizaciones de seguridad extendidas por dispositivo, un costo elevado que además no añade nuevas funcionalidades al sistema. En cambio, invertir ahora en la actualización te aportará mejoras tangibles y evitará pagos extra por mantener un software obsoleto. Una planificación temprana te permite determinar qué equipos puedes actualizar y dónde será necesaria una inversión, minimizando sorpresas y contratiempos a medida que se acerca la fecha límite.
- Respaldar datos y verificar compatibilidad de sistemas: Antes de cualquier cambio mayor de sistema operativo, ejecuta copias de seguridad completas de la información y configuraciones críticas de tus equipos. Al migrar de Windows 10 a 11, en la mayoría de los casos los datos permanecen intactos, pero nunca arriesgues tu información: tener backups garantiza que, ante cualquier incidente, puedas restaurar rápidamente documentos y configuraciones. Paralelamente, realiza pruebas piloto de compatibilidad con tus aplicaciones y periféricos esenciales en Windows 11 (idealmente en uno o varios equipos de prueba). Verifica que el software de negocio, antivirus, herramientas de gestión, impresoras, etc. funcionen correctamente bajo Windows 11 o busca actualizaciones de dichos programas. Solucionar problemas de compatibilidad antes de la migración general te ahorrará dolores de cabeza después.
- Ejecutar la migración de forma escalonada y con mínima interrupción: Para organizaciones medianas o grandes, es recomendable migrar por etapas en lugar de actualizar todos los equipos a la vez. Prioriza primero los sistemas más críticos o aquellos más expuestos a amenazas, y avanza por grupos de equipos o departamentos. Un enfoque por fases distribuye la carga de trabajo y reduce el tiempo de inactividad en la operación diaria. Programa las instalaciones en horarios de menor uso (por ejemplo noches o fines de semana) para mitigar el impacto en la productividad. Asimismo, comunica con anticipación a los usuarios las fechas y alcances de cada fase, de modo que estén preparados. Contar con un plan de rollback (volver temporalmente a Windows 10 en caso de un fallo mayor) para cada etapa también brinda tranquilidad, aunque con la preparación adecuada lo más probable es que no sea necesario usarlo.
- Contar con apoyo y asesoría especializada: Si tu equipo de TI interno es reducido o no tiene experiencia en despliegues masivos, considera apoyarte en socios de confianza especializados en migraciones. Proredes ofrece servicio especializado y a la medida de tu empresa para realizar intervenciones manteniendo la continuidad operativa. Los expertos aportan mejores prácticas, herramientas automatizadas y conocimiento para resolver obstáculos comunes (por ejemplo, cifrado de discos, integraciones con sistemas antiguos, etc.). Externalizar total o parcialmente el proyecto puede agilizar la transición y asegurar que nada crítico se pase por alto. En cualquier caso, involucra a todos los stakeholders de la empresa: área de TI, pero también responsables de cada departamento, para coordinar calendarios y requerimientos. No olvides también preparar a los usuarios finales: ofrecerles una breve capacitación o material informativo sobre los cambios en Windows 11 (nueva interfaz, nuevas funciones) ayudará a que adopten el nuevo sistema con entusiasmo y reduzcan las consultas al soporte en los primeros días. En resumen, una migración bien planificada, con apoyo experto y comunicación efectiva, minimizará riesgos y garantizará una actualización exitosa.
Proredes: su aliado para una migración segura y sin contratiempos
El fin del soporte de Windows 10 es un desafío apremiante, pero con el socio adecuado se convierte en una oportunidad para fortalecer la infraestructura TI de su empresa. En Proredes, nos especializamos en acompañar a empresas de todos los tamaños en este tipo de transiciones críticas. Ofrecemos soluciones integrales y personalizadas que cubren desde la consultoría inicial hasta la implementación total del nuevo entorno.Nuestro equipo brinda soporte técnico especializado, servicios de ciberseguridad y administración de infraestructura, trabajando como una extensión de su departamento de TI para garantizar la continuidad operativa durante y después del cambio. Con más de 25 años en el mercado, Proredes se ha consolidado como un socio confiable para proyectos de migración y actualización tecnológica, con atención personalizada y un compromiso absoluto con la calidad del servicio.
No espere al último momento. El momento de planificar la migración a Windows 11 es ahora. En Proredes podemos ayudarlo con la asesoría, planificación, soporte técnico y ejecución que su organización necesita para actualizarse sin riesgos. Contáctenos y trabajaremos a su lado para trazar un plan a la medida, ejecutar la migración de forma eficaz y asegurar que su negocio siga funcionando de manera estable, segura y eficiente durante todo el proceso. Windows 10 se despide, pero con Proredes a su lado, dar la bienvenida a Windows 11 será una transición simple y exitosa, fortaleciendo la seguridad y preparándolo para los desafíos tecnológicos del futuro.